Aunque digan que somos pocos los que leemos, yo tengo constancia que los nuestra generación, los sesenta, somos grandes lectores. Los libros inundan mi casa, los rincones y las estanterías, son protagonistas de mis horas de ocio y son, desde luego, un gasto importante, por lo que los firmo y si los presto no admito que no se me devuelvan. Contienen los sentimientos de alguien y provocan sentimientos en nosotros, hay que respetarlos. Incluso quien no los lee los usa como decoración, por lo que siempre son útiles(toque de humor)
Un libro es un objeto para guardar y si es de una buena edición, para cuidar. Por ello vamos a apuntar algunos consejos para mantenerlos en buenas condiciones.
LIMPIEZA:
Cubierta de papel: Las cubiertas de papel y las páginas del interior pueden limpiarse con una franela.
Cubiertas brillantes: Para limpiar este tipo de superficies de los libros utiliza un limpiador de ventanas, procura aplicarlo en una franela y luego pasarla sobre el libro. Evita el contacto directo del líquido con la cubierta.
Olor a moho: La razón por la cual algunos libros viejos o no usados frecuentemente tienen ese olor característico es porque han estado guardados en lugares húmedos, así que lo que esos libros necesitan es secarse completamente. Para lograr eso utiliza cloruro de calcio que podrás encontrar en alguna ferretería. Hornea una taza del polvo por 1 hora a 250º F y luego colócalo en un contenedor sellado como un taper y localiza el táper junto a los libros húmedos. Al cabo de unos días la humedad habrá sido absorbida por el polvo.
Manchas de grasa: Coloca papel toalla entre la página que ha sido manchada con grasa, luego cierra el libro y coloca algo pesado sobre el mismo. Con esto podrás lograr que la mancha sea absorbida por el papel.
Procura limpiar tus libros continuamente para que no sea una labor pesada.
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