CENAS DE VERANO
Uno de los placeres del verano...cenar al aire libre.
Al fresco de la noche, sin prisas, con amigos o familiares, o quizás con algún amor de verano...
Las mejores, sin duda, con la pareja, ahora que hay tiempo, que no hay que madrugar, es un buen momento para el reencuentro.
Aprovecha para dejar impresionad@s a tus invitad@s.
Cuidar el detalle las hará únicas. Algo vegetal para adornar, las imprescindibles velas, sacar la mantelería heredada o colocar un pareo. Cualquier cosa que demuestre que queremos hacer de la cena un momento especial.
Y como el mejor ejemplo es visual...hemos buscado por la red imágenes maravillosas que puedan inspiraros...
No sabría que lugar elegir, pero sin duda, aquí sería espectacular...sencillez y romanticismo
Se ha conseguido un comedor improvisado con baldosas superpuestas al césped y lámparas colgando del árbol...
Un privilegio que solo podrán tener al alcance muy pocos, pero quien sabe igual cerca de tu casa hay un embarcadero...
Una idea fantástica para los que se encuentren cerca de la playa, no hay excusas, solo hay que buscar una buena furgoneta y trasladarse...será un éxito si quieres sorprender a tu amor
Está claro que es un restaurante, pero puede ser una idea si tienes cerca alguna gruta natural
Caribeño. Si estas en la ciudad siempre puedes colocar un bonito poster tamaño gigante
Cerca del bosque: Fresco y poco frecuentado en la noche. Para amigos muy "alegres"
Una idea práctica, barata y divertida al alcance de todos...son los detalles...como siempre ¡¡¡
Nos encanta la idea de los pétalos en la piscina. Si estáis por el sur, en un día de levante, no tendréis problemas para encontrar todo tipo de flores por el suelo del jardín.
Otra idea para trasladar a la playa...
Blanco ¡¡¡ PERFECTO ¡¡¡
Bonitos faroles para velas. Una mesa dispuesta con lujo.
Y si tienes que quedar bien con una cena algo más formal, esta idea nos parece perfecta.
Lo que más nos gusta, incluir adornos de la vegetación del lugar, imprescindible. Y por supuesto, la maravillosa lámpara, protagonista de la noche, sin duda.
Lo que menos, el forro de las sillas, demasiado ceremoniosos.
